Archivos diarios: 13 septiembre, 2014
SERENATA
SERENATA
(Soneto pentasílabo con estrambote)
Mi sentimiento:
luna de plata,
tu serenata,
dulce momento.
–
Tu pensamiento:
boca escarlata,
senos de nata,
apareamiento.
–
La luna brilla,
beso tu canto
y mi amor trilla.
–
Huele a mastranto,
la maravilla
de amarte tanto.
–
Ya no me aguanto,
rompo mis trazos,
te abro mis brazos.
–
©SorGalim
Milagros Hernández Chiliberti
Ingeniera de Sueños
CAMINEMOS
CAMINEMOS
Premiado en Mundo Poesía
-Soneto de versos pareados hexadecasílabos (16)
y con estrambote (7-16-16)-
Quiero invitarte a pasar por esa senda arbolada,
donde el cobijo se siente estando en la madrugada,
escucha la voz del viento, silva a las hojas en bando
como cantan nuestros pasos mientras vamos caminando.
Yo quiero que me comentes de tus risas y tus penas
y quiero yo comentarte que corre sangre en mis venas,
la risa la hacemos juntos, borra penas, no hay calvario,
nuestras manos enlazadas, se entienden sin comentario.
Quiero invitarte a escuchar de las aves bello trino,
solfean la libertad, nunca sienten la tristeza
y sus alas se despliegan con perspectiva y donaire.
Caminemos el sendero, nuestro sueño peregrino,
quiero volar en tu pecho, meterme en tu fortaleza
donde la vida está libre, en la tierra y en el aire.
Sin un solo desaire
agarrados de la mano y la esperanza dispuesta,
en la otoñal madrugada, caminemos la floresta.
–
©SorGalim (Milagros Hernández Chiliberti)
©Rodatti (Rodrigo Acuña Brunetti)
SONETO A LA HERIDA
SONETO A LA HERIDA
Aquella enfermedad era sublime,
naciente de una herida sobre herida,
triunfante en una costra ennegrecida,
como una piel de luto que redime.
Pensar que, por sangrar, ya no me arrime
a calmar y apoyar tu triste vida,
que por tu ingratitud, soy prohibida
y de compadecer mi alma se exime.
¡Ya basta de ignorar lo que se siente,
disimulando artera puñalada,
sabiendo que te hieres siendo hiriente!
Se ha caído la costra ensangrentada,
el dolor de la ausencia grita urgente,
se despegó del alma desgarrada.
II
Amanecer dispuesto es la divisa,
creer que aquella herida es pasajera,
dispuesto a perdonar a quien hiriera
y en vez de acariciar te abre otra incisa.
Pretender trocar mueca por sonrisa
cuando el rictus frontal se devolviera,
pues mirar a los ojos no pudiera,
bajando la mirada muy de prisa.
¡Ya basta de ignorar que me has herido,
disimulando que eres quien me hiere,
sabiendo bien que tanto te he querido!
Se ha caído la costra, como fuere
el dolor de la ausencia ¿lo has sentido?
se despegó el amor ¿cuándo se muere?
©SorGalim
Milagros Hernández Chiliberti
Ingeniera de Sueños
DULCE SISELLA
DULCE SISELLA
Dímelo por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descansar de mi tristeza.
Jorge Luis Borges
.
Confirma por qué no eres mi destino
si he llegado a tu ser viendo tu estela
por dónde, entonces, mi alma se troquela
dímelo, por favor, por qué camino.
.
Sentí tu amor volar, dulce sisella
buscando besos mil en los luceros,
pero, cuando yo encuentre mis senderos
podré yo caminar, sin ser tu huella.
.
Cuándo te podré hablar, no para amarte
cuándo podré soñar, no en tu regazo
dónde disfrutaré, no en tu parnaso
dónde podré correr, no por buscarte.
.
La esperanza traspasa mi corteza
puesta la fe en mi alma y mi figura,
busco un hombro cargado de dulzura
y donde descansar de mi tristeza.
.
SorGalim
Milagros Hernández Chiliberti
Ingeniera de Sueños
TINTINEANDO ENTRE LUCES
TINTINEANDO ENTRE LUCES
En esa dinastía de amores transcurridos
me consuela el espíritu / que trepita en el mar,
ese arrastrar de almas / que cruje entre las sombras
sobre las que milita / añil la soledad.
CGCH
En tanto las caricias pincelaban mi alma
pude alcanzar el cielo, revisé el infinito
descubrí en cada engaño egregias enseñanzas
en esa dinastía de amores transcurridos.
De vivir cada instante celebrando la vida
no hay arrepentimiento, solo hay felicidad
y ese vals entre olas, convidando a la brisa
me consuela el espíritu / que trepita en el mar.
Estrellas se humillaron al brillo de tus besos
y en la humedad amante, crecieron las gladiolas
cual brazos solidarios, acogiendo en el pecho
ese arrastrar de almas / que cruje entre las sombras.
Dos copas elegantes, tintineando entre luces
el brindis de los dioses o un brindis de champán
una está entre mi mano, la otra en los azules
sobre los que milita / añil la soledad.
©SorGalim
Milagros Hernández Chiliberti
Ingeniera de Sueños
Ingeniera de Sueños 