¿DÓNDE ESTÁN TUS LENTES? PRÓLOGO PARA EL LIBRO DE MARIO ALFARO
¿DÓNDE ESTÁN TUS LENTES?
DE MARIO ALFARO
PRÓLOGO
Por Milagros Hernández Chiliberti
Mario Alfaro, escritor peruano, se perfila en este libro denominado ¿Dónde están tus lentes?, como un magnífico exponente de una filosofía existencial innovadora que explora la auto-evaluación interior de cada ser humano. Aborda parajes fundamentales que se dan continuamente, situaciones que el hombre confronta cotidianamente, pero que no han sido lo suficientemente analizados como ayuda necesaria para la individualidad y, por ende, para la sociedad.
He aquí una lectura dirigida a todo tipo de lector, de cualquier sexo, edad o estrato socio-económico; una obra que, amena y didáctica que se convierte en herramienta para descubrir que cada quien posee un mundo interior donde muy pocas veces ha entrado o que, quizás, ha tenido temor de explorar o aceptar. El interés en la lectura se mantiene de principio a fin, porque descubre cortinas, abre ventanas y elimina los cerrojos que el mismo hombre coloca en su intimidad reflexiva o en su raciocinio.
El Mismo autor actúa como un agente motivador de su propio estudio plasmado en este libro cuando se dirige al lector: “Lo realmente importante es lo que sucederá contigo si observas las respuestas que surgirán de tu interior ante cada interrogante que te plantees, de esta forma, al estar consciente en el momento de hacerlo, podrás constatar parte de los paradigmas que gobiernan tu existencia. El asunto central es que, confirmes por ti mismo(a) si verdaderamente eso, ¿es lo que crees? La decisión de revisarlos, modificarlos o ratificarlos, dependerá única y exclusivamente de lo que se haga al momento de estar presente. Si decides hacerlo, una nueva luz alumbrará tu camino, comprobando con alegría y satisfacción que lo que ahora expresas si es consecuencia de tus propias convicciones, las cuales emanaran de tu SER, como respuesta de lo que comenzaras a sentir, al dejar fluir tus convicciones del manantial vivo que brota desde tu interior”.
Mario Alfaro no intenta alinear hacia algún tipo de doctrina, dogma o credo. Las diferentes corrientes ideológicas del pensamiento que se posean, no deberían obstaculizar el encuentro interior consigo mismo. En la interioridad de cada ser humano se encuentra su verdadero yo. Y he captado que sin lugar a dudas, el valor de la libertad es indispensable sentirlo en ese interesante autoconocimiento. En torno a esto el autor expresa: “Los seres humanos, llegamos al mundo sin pedirlo, lo hacemos casi todos de la misma forma, salvo casos donde circunstancias especiales, alteran o complican ésa llegada. Luego de haber permanecido en el vientre materno por el tiempo necesario, se nace entrando en contacto directo con el mundo circundante en el acto mismo del nacimiento, o en el momento en que hay que separar al niño (a) de su madre, caso contrario no tendría su propia vida. La separación se produce, cuando se interrumpe la conexión que tenía con la madre a través del ombligo, es decir, cuando se corta el cordón umbilical. Cuando se corta ésa conexión, el recién nacido comienza a vibrar ante la desconexión de energía que venía recibiendo de su progenitora. El llanto natural que surge ante ésa situación, no es debido al hambre, miedo, ni alegría ya que no tiene ni sabe nada de eso. Obedece simplemente a la desconexión con su energía vital! Es el comienzo de su lucha por vivir, no hacerlo significaría su incapacidad para existir. Se nace libre, e igual a los de la especie humana, dotados todos de inteligencia, poder y aquello que se necesita para desarrollarse en esa masa corporal en la que habitaras hasta el momento en que tengas que continuar viviendo, en otra dimensión”
En la profundidad del cerebro del hombre, en lo más hondo de su esencia, se encuentra un infinito, un arcano, un secreto, una individualidad impregnada de un poder perfecto, no obstante, la puerta de ese mundo interior generalmente se encuentra cerrada. Por esta causa, el hombre no se llega a conocer a sí mismo. Las trabas de los factores ambientales muchas veces lo hacen aceptarse como un ser con demasiados errores o incapaz. Entonces, es necesario abrir esa puerta, el deseo de enterarse de lo que es la vida constituye un impulso básico en el ser humano. Y no sólo se necesita bebida, comida, calor, comprensión y cercanía física; sino, fundamentalmente encontrar una respuesta de la naturaleza y capacidades de yo interno. A través de este libro se pretende que el lector se motive al autoreconocimiento.
¿Quién soy, qué soy? Son las preguntas más seguras que pudiera hacerse cualquiera en momentos de incertidumbre existencial. No obstante, las respuestas válidas siempre resultarán muy difíciles para el grueso de los habitantes del Planeta Tierra. El autor expone: “Sin embargo, si te permites caer en la nube del cinismo, lo más probable es que la respuesta vaga que se presente, satisfaga tu ego y este continúe en el círculo vicioso de la repetición improductiva y la información inexacta, fútil y negativa”.De todo esto, se denota la necesidad de que el ser humano sea leal con su propia naturaleza, si desea lograr encontrarse con su yo interior. Ya basta de excusas para huir de sí mismo, ya basta de justificaciones constantes y repetitivas para no intentar ser mejores y más eficaces. Muchas veces escuchamos que alguien dice: Soy un mortal, de carne y hueso, no soy perfecto y siempre he de cometer errores. En otras palabras, ya está decretando el fracaso y la imperfección y no va a hacer esfuerzos por logros agraciados.
Mario Alfaro, considera que los conceptos cerrados, los miedos, las frustraciones, las trabas comienzan en los primeros años de vida del ser humano, sembradas por la gente del entorno familiar y social, y afirma: “En casi todos los casos lo hicieron de buena fe, pero, generalmente con una gran dosis de ignorancia”, lo que implica que dejarán de afectar en la psiquis del individuo, cuando éste tome voluntariamente las riendas de su encuentro interior. Se hace necesaria una maduración a conciencia, a fin de descartar lo erróneo que se ha establecido en el transcurso de la existencia y comenzar el conocimiento de sí mismo.
Con mucho acierto el autor presenta la idea que muchos tienen de un Ser Perfecto Creador del mundo, estos mismos poseen la firme creencia de haber sido hechos a imagen y semejanza de Dios; sin embargo, al mismo tiempo se dicen imperfectos, porque así la sociedad lo ha repetido generación tras generación. En relación a este punto, el escritor dice: “Es que acaso un SER perfecto, ¿puede crear algo imperfecto? Si el SER humano fue creado en esas condiciones, entonces necesariamente está dotado de la inteligencia infinita al haber sido concebido a imagen y semejanza de su creador! Obviamente esta presunción se basa en la creencia de la existencia de un Ser superior, por lo que se concluye que la existencia personal no es un accidente”
En fin, muchos son los detalles que nos llevan a definir este libro, como un estudio entretenido, real, útil e interesante, que puede por su contenido aleccionador brindar luces a otras disciplinas como la psicología, la filosofía, la pragmática, la teología, etc, al mismo tiempo que hace uso de las mismas, por lo que podría convertirse es un texto imprescindible de notable inspiración.
Milagros Hernández Chiliberti
Docente y Lingüista venezolana
Presidente Colegiado de UHE
Presidente General de SVAI
Publicado el 18 septiembre, 2014 en ENSAYO, PRÓLOGO y etiquetado en MARIO ALFARO, Milagros Hernández Chiliberti. Guarda el enlace permanente. Deja un comentario.
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